jueves, 9 de septiembre de 2010

"Polarización"

¿Qué es la polarización?

Muy sencillo: Norte, sur. Arriba, abajo. Positivo, Negativo. Ying, Yang. Bien y mal.

Ahora que ya sabemos más o menos algunas cosas que se pueden polarizar, es decir, que tienen polos opuestos y pueden pasar de uno a otro, hablaremos concretamente de cómo polarizar las emociones. Básicamente una emoción, antes de ser transformada por nuestra mente en un sentimiento u emoción, para luego convertirse en un pensamiento, es energía. Llamadlo como queráis: vibración, Chi, Ki, prana, maná, fuerza vital, amor…etc.

Para no liarnos, lo llamaremos simplemente energía.

Pues bien, la energía, que es el quantum de nuestros sentimientos, emociones y finalmente pensamientos (además de todo lo que hay en el universo), también tiene una polaridad: Energía positiva (que es la que nos ayuda a evolucionar, puedo curar cualquier enfermedad y hace que todo funcione) y energía negativa (que es la que nos deprime, nos marchita, la que nos hace enfermar y la que impide que avancemos en nuestras vidas).

Realmente la energía es únicamente energía, no es ni buena ni mala, pero puede hacernos bien o puede hacernos mal, dependiendo de cómo vibre o se mueva, o lo que es lo mismo: depende de quien nos haya transmitido esa energía.

De todas formas, para que todos lo entendamos, diremos que hay dos tipos (como ya he dicho): la positiva y la negativa. Ahora bien, sabiendo esto no conseguiremos polarizar la energía, o dicho de otra forma, transmutar la energía negativa en positiva.

Para ello pondremos un ejemplo: te has despertado de buen humor, te sientes bien y vas de camino al trabajo, cuando de pronto se te pincha una rueda del coche.
En ese momento, tienes que parar en el andén y si tienes rueda de recambio,cambiarla. Si no tienes rueda de recambio te tocará llamar a la grúa y, en fin… ¡llegaras tarde al trabajo!

Comienzas a ponerte nervioso pensando en que tu jefe se pondrá como una furia, comenzaras a pensar cosas como “vaya putada, macho” “¡puta mierda de rueda! no tenia otro día para pincharse” “¿Por qué me tiene que pasar esto a mi?” y otras perlitas de ese estilo rondarán tu cabeza e incluso saldrán por tu boca.

Comenzaras a sentir miedo, frustración e incluso puede que te pongas histérico. En ese momento, toda la energía positiva de la cual estabas cargado de buena mañana se ha polarizado a energía negativa y si no haces nada para volverla a poner en “modo positivo” esa no será lo único que pueda pasarte, lamentablemente.

¿Cómo hemos llegado hasta este punto tan crítico, con lo bien que nos iba el día?
¿Cómo podemos volver a estar alegres y contentos con este contratiempo?

Primera y principalmente, analiza qué es lo que te ha hecho ponerte de mala leche ¿la rueda del coche? No… hay cientos de ruedas que pinchan cada día y no te afecta en absoluto, así que el principal causante de tu malestar energético eres tú mismo.

Segunda, lo que ha transformado tu energía han sido tus pensamientos negativos. La energía es como el agua, no tiene color ni tampoco es buena o mala, pero si le pones un poco de pintura negra, enseguida se hará negra y no se podrá beber. De igual modo, si la pones en la nevera estará fresquita y aliviará tu sed. Con un mecanismo parecido, tus pensamientos condicionan los patrones de la energía y así la pueden transmutar de positiva (en su estado natural siempre es así) a negativa, ¡pero también puede pasar de negativa a positiva! ¿Cómo?  Pues del mismo modo en que has transmutado hace unos minutos al ver la rueda pinchada sin darte prácticamente cuenta: con el pensamiento. Da igual si empiezas a pensar cosas positivas en plan irónico , te van a dar resultado de igual modo poco a poco.

Siguiendo con el ejemplo del coche y poniéndonos en el peor de los casos, resulta que no tienes rueda de repuesto y te toca llamar y esperar a la grúa. Una vez hayas terminado de llamar y te toque esperar, siéntate en el coche (si es veranos ponte el aire acondicionado o te torrarás). Relájate, respira hondo, pero no de una manera dramática, sino respira hondo para tratar de conectar con toda esa energía negativa que sientes ahora mismo, esa mala hostia, frustración y miedo a lo desconocido ante una situación tan “inusual”.
Es toda la energía que tenias por la mañana pero que ahora en lugar de ser una balsa de aceite tranquila y mansa con vapores relajantes llenos de positividad, ahora se ha transformado en un volcán en erupción, en una olla Express con agua hirviendo. Trata de localizarla y cuando la tengas localizada, siéntela pero no dejes que te atrape y te desquicie todavía más. Mantén ahí tu conciencia y comienza a pensar cosas positivas como “por mucho que me estrese no va a llegar antes la grúa” “el jefe comprenderá que ha sido una emergencia” “saltarse un día de trabajo tampoco está tan mal” “hay tormentas peores” “¡Que bien! Ahora tengo más tiempo para relajarme antes de ir al trabajo”,etc…
De este modo, estas centrando la positividad que tienes la opción de crear, hacia esa energía incandescente que enerva tus nervios para que, poco a poco, y si has hecho el esfuerzo por tratar de tranquilizarte, vayas sintiéndote más tranquilo.

Una vez te sientas un poco mas en calma contigo mismo, comienza a pensar en cosas por las que te sientas agradecido: Tu mujer, tu trabajo, tu coche, tus hijos, tus amigos, la vida que llevas que no es tan mala…lo que sea que te haga sentirte agradecido por tenerlo. Experimentaras gratitud y amor si lo haces, y en esos 4 o 5 minutos que has utilizado para pensar en cosas positivas y ver que tienes cosas por las que sentirte agradecido, tu energía habrá cambiado y tu cuerpo comenzará a eliminar el sobrante (como cuando quitamos la espuma del caldo de pescado cuando hierve el agua), que no te asuste. En cada persona pasa de una manera, unas les da por llorar, otras por reír o puede que en ese momento no te suceda nada y a lo largo del día elimines el sobrante de energía o incluso quien sabe… ¡puede que estés de tan buen humor otra vez, que lo transmutes todo!

Ya ha llegado el chico de la grúa y vuelves a estar alegre ¿Cómo quieres que continúe tu día? ¿Qué quieres transmitirle a esa persona y a las demás personas que te rodean? ¿Conseguirás hacer que tu jefe se vaya a casa con una sonrisa?
                                                                                                                                                                                                                                                       Gabriel Ibrahim.

2 comentarios:

  1. Eso tendría que ponerlo en práctica yo, que soy una histérica y una nerviosa u.u
    Pero me ciega, me ciega y me cuesta xD

    Sigue escribiendo! ;)
    Un besito! ^^

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  2. eing??? q kosas mas raras haces tete!! jejeje
    tk

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